sábado, 5 de julio de 2014

Fracking o no fracking, esa es la cuestión!


Imagino que os romperé los esquemas al publicar un artículo sin mis habituales fotografías de naturaleza o hablando de Kira. Pero sinceramente siento la necesidad de sacar de mí todo lo que siento, todo lo que nos rodea y compartirlo con vosotros para de alguna manera encontrar la vía de escape a esta vida que nos han obligado a vivir.

El pasado mes de abril el Tribunal Constitucional volvía hacer temblar los suelos cántabros, y es que según informaban en una nota  "El TC declara inconstitucional la ley cántabra que prohíbe el uso del fracking porque invade competencias exclusivas del Estado". Si analizamos la nota informativa nos queda claro que ha sido gracias al cambio de ley que realizaron en la ley de Hidrocarburos de 1998 el pasado 7 de octubre y que convirtió la fractura hidraúlica en una técnica básica para el Estado. 

Que digo yo que no habrá otra técnica que nos pueda dar energía claro... por eso es básica... será que la solar, la geotérmica etc que están funcionando incluso en los países nórdicos aquí no funciona... será el sur que hace que todo se vuelva del revés o tal vez será que si empezamos a descubrir que podemos nutrirnos de cosas gratis dejaremos de pagar a Endesa, Gas Natural, Repsol...? Da mucho qué pensar sobre la independencia de los poderes en este país y sobre la libertad de elección que podemos tener sobre nuestras vidas y sobre nuestro entorno.

Desde rtve nos lo explican con todo lujo de detalle, el fracking o la fiebre del gas.

El fracking o la técnica de fracturación hidraúlica para la extracción de gas no convencional consiste en fracturar la roca madre (pizarras y esquistos) para poder extraer el gas atrapado en la roca. Los resquicios perdidos de gas natural aún atrapados en nuestra madre tierra, como queriendo esconderse de su declive y evitar su profanación.
Y aquí vienen de nuevo las grandes empresas a quitarnos otro pedacito más de lo nuestro, que nadie nos preguntó y no sabemos si tendremos alguna ventaja. Quizá si con esto nos bajaran el precio de la luz o del gas incluso habría alguno que se lo pensaría, pero así... de nuevo vuelvo a plantear la pregunta ¿Quién gana?
Y... ¿quién pierde?
Aunque hay expertos que aseguran que es difícil predecir los posibles efectos adversos y que son muy improbables... tendríamos mucho que perder, nuestra casa, nuestro entorno y nuestra vida. Desgraciadamente nuestro modelo de vida consumista, basado en la nutrición por petróleo nos ha llevado a esta situación.

¿Acaso tenemos otra elección? 

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