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Ficha de Cormorán Grande (Phalacrocorax carbo) |
El ave del que os hablaba en el post anterior, que asustó a
Kira, se trata de un ave marina de gran tamaño: El Cormorán grande. Su plumaje es negro, con un cuello más
bien largo que al volar encogen un poco recordando a las eses de una serpiente.
El pico es largo de un color grisáceo con un gancho al final y la región gular
(lo que diríamos que es la papada en los humanos) es de un color amarillo. La
garganta y las mejillas son blancas.
Cuando se encuentran en época de reproducción, es
decir, emparejándose, haciendo el nido, incubando… el plumaje nupcial (por lo
de la boda…) se aclara en la cabeza y los lados, apareciendo plumas blancas.
Las hembras y machos adultos de esta especie no presentan
una diferencia de color de plumaje tan sólo un poco en el tamaño. Los juveniles
en cambio, presentan otro color o tonalidad en sus plumas siendo marrones y
mezclándose con plumas blancas en el torso, pecho y laterales del cuerpo.
Se considera un ave invernante, que viene a pasar el
invierno al calor de la Península Ibérica donde encuentran más alimento que en
sus países de origen. Suelen venir entre septiembre-octubre y se quedan hasta
marzo o mayo. Esto depende de la climatología que haya cada año.
Aunque a simple vista son muy similares, existen dos subespecies
que invernan en la Península Ibérica:
Phalacrocorax carbo carbo, proceden en su mayoría de Irlanda y
Gales y en menor proporción de Escocia, Inglaterra y las Islas del Canal. Esta
subespecie prefiere las zonas costeras de Galicia, Asturias y Cantabria aunque
también en parte en el País Vasco y el litoral portugués prefiriendo menos la
costa mediterránea.
Phalacrocorax carbo sinensis, llegan principalmente desde Holanda,
Dinamarca y algunos países del Este. En la Península Ibérica se distribuyen por
zonas interiores, más continentales, aunque también por zonas costeras como la
anterior.
La diferenciación en campo se hace complicada, puesto
que aunque la subespecie sinensis es
de menor tamaño que carbo, ya sabemos
que la comparación de tamaños a simple vista puede ser muy relativa. También lo
es el color del plumaje, que en el caso de subsp
carbo tiene unos tonos más oscuros y subsp
sinensis más claros con más manchas blancas alrededor de la cabeza puede
confundirse en la época reproductora.
En Inglaterra, dónde cuentan con grandes estudiosos
apasionados de la ornitología han descubierto la manera concreta de
diferenciarlos; midiendo el ángulo de la región gular tal y como veis a la izquierda.
Así que el que tenga paciencia, buen ojo y un trasportador
en el campo que haga la prueba.
Su alimentación básicamente es de peces, llegando a
zambullirse varios metros para capturarlos. Puede comer hasta 500 gramos al
día, lo que le ha valido mala fama entre los humanos por considerarlo
competencia.
Hasta hace unos años las poblaciones en toda Europa
habían disminuido considerablemente, fue a partir del los años 80 cuando los
cormoranes comenzaron a ser protegidas por ley, con la transposición de los
países del Convenio de Berna relativo a la conservación de la flora y de la
fauna silvestres, concretamente aquellas especies y de los hábitat cuya
conservación requiera la cooperación de varios Estados y en especial especies
amenazadas de extinción y vulnerables, incluyendo las migratorias. Es aquí
donde se incluyó al mal llamado “bicho malo”, el Cormorán grande, que hasta
esos años era cazado indiscriminadamente en varios países durante la invernada
impidiendo que regresaran a sus países de origen y por tanto sin dejar
descendencia que asegurara el número de la especie.
Aunque hay quien se olvida de ello y decide tirarle durante
la época de caza como si de un pato más se tratara.
En los últimos años se han observado parejas reproductoras
en embalses de interior de la Península Ibérica, en zonas húmedas de Ciudad
Real y Extremadura, en las que la ley autonómica los considera “De especial
interés”, donde construyen sus nidos en copas de los árboles o roquedos
interiores aislados lejos de sus posibles depredadores.