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Inicio de la Vía Verde de Cabárceno-Ría de Solía en El Astillero (Cantabria) |
Kira inicia alegre el paseo que
comienza en El Astillero (Cantabria) y que corresponde a la
Vía Verde de Cabárceno o de Villaescusa apta para realizar en bici o a pie. En la zona urbana con amplios jardines encontramos numerosos
edificios de nueva construcción, un campo de fútbol, el colegio de educación
infantil y el instituto.
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Paisaje de plumeros con torretas de alta tensión. |
A medida que avanzamos el paisaje
va cambiando a ambos lados. La izquierda parece haber sido tomada por un
ejército de esbeltos plumeros que han invadido estas tierras impidiendo que
crezcan otras plantas típicas del lugar. Su color blanquecino destaca con el
verde intenso que predomina en el paisaje. La derecha en cambio se va
transformando poco a poco de lo urbano a lo más rural, con algunas huertas
donde los vecinos siembran sus tomates, lechugas, y en esta época las espinacas
que tienen una pinta mmmmm.
Poco a poco la naturaleza más
silvestre va apareciendo, con fresnos y sauces que nos anuncian que llegaremos
pronto a la orilla de algún río, ría o arroyo. Una lástima las torretas que
alta tensión que afean el paisaje.
Me llama la atención un fresno,
podado al ras del tronco como veis en la fotografía. Este tipo de podas es
típico por mi tierra (Salamanca) y se llama coronación (será porque les dejan
sin corona a los pobres árboles) y tiene como fin que las ramas crezcan más
bajas para que el ganado pueda comer sus hojas cuando escasea el pasto. En
otras comunidades autónomas como Extremadura este tipo de podas está prohibido
porque el árbol sufre mucho.
Cierto es que vuelven a crecer las ramas año tras
año pero os pongo un ejemplo:
Imaginad que os cortan las uñas
justo por el borde donde crecen más cercano a la mano (por abajo digamos)
dejando al descubierto la carne que suele estar debajo de la uña. Ésta volvería
a crecer. Al año siguiente digamos que os hacen lo mismo, y al siguiente, y al
siguiente ¿Creéis que vuestras manos y uñas volverían estar igual que al
principio?
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Ría de Solía desde el puente de la Vía Verde de Cabárceno |
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Kira paseando por el puente |
Finalmente llegamos a la ría de
Solía, un espacio de la bahía de Santander. En este momento hay pleamar, la
marea está alta. ¡Todo un disgusto para Kira! Le encanta corretear detrás de
los pájaros que vienen a comer los pequeños “bichitos” que viven en los bordes
de la tierra húmeda de la marisma y que quedan al descubierto cuando baja la
marea. No le queda más remedio que continuar el camino recto, sin corretear
detrás de gaviotas, cormoranes, patos, cisnes etc continuando recto por el
puentecito peatonal que atraviesa la ría. Justo al final de éste, la
SEO/Birdlife colocó un bonito cartel interpretativo con la fauna que se puede
observar en este lugar así como una explicación del ecosistema de marisma. Como
veis en la foto, algún gracioso decidió ponerle una decoración adicional.
Es en este lado de la ría donde
encontramos la zona de bosque de ribera mejor conservado, es decir, que ha sido
menos alterado por el hombre y conserva un tipo de bosque “primigenio”. Este
palabro significa que siguen existiendo los mismos tipos de árboles que hace
muchos años. Entre estos bosquetes bien conservados alternan con los usos
ganaderos de la zona, con pequeñas explotaciones de distintos tipos de ganado:
vacas, caballos y cabras.
Aparecen pequeños arroyuelos que vierten a la ría y
en los que Kira siente la necesidad de olisquear y aparecer protagonizando la
foto.
Continuando por este camino
podemos llegar hasta Cabárceno, pero eso ya es otra historia.
¡Feliz día!